Fernando Savater comienza con su despedida mencionándonos que en la juventud actual hay de todo: existen los rebeldes, pero también están los que sostienen con su esfuerzo a toda una familia. La primera obligación de los jóvenes, adultos y ancianos es aprender. No se puede generalizar diciendo que todos los jóvenes son irresponsables y violentos, o que todos son unos santos ya que como todo en la vida, los hay buenos y hay malos, los hay rebeldes mimados, y respetuosos responsables.
Pero hay que resaltar que los jóvenes responsables saben que no viven en una utopía (un lugar que no existe) pero al igual que todos les gustaría vivir en ella, mientras los irresponsables creen que todo es color de rosa, cuando en realidad no es así.
En la política la ¨ libertad dificulta la igualdad, la justicia aumenta en control y la coacción, la prosperidad industrial deteriora el medio ambiente, las garantías jurídicas permiten a ciertos delincuentes escapar a su castigo, la educación general obligatoria puede facilitar la propaganda ideológica estatal, etc. ¨ ninguna ventaja es absolutamente ventajosa. Una utopía es un orden político en el que predominaría al máximo alguno de nuestros ideales (justicia, igualdad, libertad…), pero sin desventajas ni contrapartidas dañinas. Utopía es una realidad irreal.
Por esto se menciona aquí que los jóvenes debiesen adentrarse a ideales políticos; Los ideales políticos nunca son absolutos porque han de convivir unos con otros y cada cual tiene sus contraindicaciones. Los ideales políticos nunca intentan mejorar la condición humana sino la sociedad humana.
Los ideales políticos son progresivos, pero siempre han de ser racionales. Estos abren el intelecto y la realidad mientras que las utopías te encierran en pensamientos positivos que nunca serán posibles para una sociedad. Algunas veces, personas alcanzan parte de su utopía (como los líderes políticos que consiguen todo corruptamente haciendo que el resto de la sociedad viva en desgracia). Ya ves que para la sociedad nunca existirá una utopía.
Por lo demás Fernando Savater dice que es mejor conocer el pasado, ocuparse mucho del presente y solo un poco del futuro.
“Por favor, deja que el futuro siga todavía durmiendo como merece. Ya que si uno lo despierta antes de tiempo, tiene entonces un presente dormido”